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miércoles, 4 de abril de 2018

Una canción para cada día de la semana

Lunes. Aborrecibles. Tampoco le gustan a Bob Geldof, que en 1979 firmaba esta canción con su grupo The Boomtown Rats. En realidad, la canción está inspirada en una masacre escolar, de esas que de vez en cuando tenemos noticias, de esas que ocurren en Estados Unidos y sacuden la opinión pública, de esas que terminan finalmente como anécdotas porque no parece que nadie tenga la menor intención de dejar de vender armas a los chavales. Aquella masacre la protagonizó una chica que declaró que lo hizo para animar el día, ya que no le gustaban los lunes.


Martes. Cat Stevens firmó uno de esos discos referencia del folk rock. Insistía en recordar que el martes no está muerto...


Miércoles. El rapero Macklemore rememora aquel miércoles en el que los estadounidenses se levantaron con un nuevo presidente, desgracia de muchos, y nos invita a la reflexión.


Jueves. Harry Nilsson lo encuentra vago y perezoso, el doble de largo de lo que debería ser.


Viernes. Está presente en la cabeza desde el lunes. Conocí esta canción por la versión gloriosa que hizo Gary Moore. Pero ahora nos vamos a la original, de los australianos The Easybeats.


Sábado. A gritos... El más desenfadado Elton John se quería dar la juerga padre. Rockear y llenarse la tripa de cerveza. Año 73, no digo nada.


Y domingo. Termina la semana tan mal como empezaba. Los irlandeses U2 nos lo recuerdan con Sunday Bloody Sunday, canción que rememora los hechos ocurridos en la ciudad irlandesa de Durry en 1972. 


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